Estamos frente a un alza sostenida de precios y no frente a una burbuja. Este sector seguirá viviendo un fuerte dinamismo e incremento de los valores. Aún no topa techo en su rentabilidad y se producirán fuertes inversiones extranjeras en el país, lo que impulsará aún más los bienes no transables.
 | Por Franco Parisi, ex alumno del Instituto Nacional, Ingeniero Comercial de la Universidad de Chile, Ph.D. y M.A in Finance, The University of Georgia. Fue Vicedecano y Decano interino de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. Fue Decano de IEDE Escuela de Negocios, Universidad Europea de Madrid; es Miembro del Círculo de Finanzas de ICARE. Actualmente es precandidato Presidencial Independiente. |
Sin duda, el último semestre del año 2012 estuvo marcado por una posible burbuja inmobiliaria. Primero el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central, en donde daba indicios de un posible recalentamiento de la industria inmobiliaria en algunas comunas de Santiago. Situación que fue corroborada por la misma institución, meses después, al emitir el Informe de Política Monetaria (IPOM).
Sin embargo, a pesar de los presagios de nuestras instituciones, debemos entender la situación actual que vive Chile. Primero, es un país con un crecimiento muy por encima de la media a nivel mundial, incluso en un año complicado para la economía mundial, donde tuvimos alta incertidumbre por la situación europea, el abismo fiscal de EE.UU. y una posible contracción de China.
Todas las situaciones anteriores se vieron revertidas y Chile cerró el año con un crecimiento del PIB cerca de 5,2%. Segundo, este crecimiento se refleja en el PIB per cápita, que alcanza en este momento los 18 mil dólares según el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual genera más disponible a las familias chilenas.
Tercero, debemos entender que Chile está cambiando, la gente se dio cuenta que arrendar es “regalar la plata”, por lo tanto quiere tangibilizar sus esfuerzos y trabajo, con consumo, pero también con inversiones y la compra de su vivienda, lo que ha incrementado la demanda por casas y departamentos en todo el país|.
Cuarto y último punto, el cambio en la matriz exportadora de China y su demanda constante por Cobre, han elevado su cotización por sobre los 3,6 dólares la libra, situación que en promedio se mantendrá este año 2013, impulsando aún más al tipo de cambio a la baja, pero además elevando la inversión extranjera en nuestro país, la cual durante el 2012, alcanzó los 18 mil millones de dólares y se esperan 21 mil millones de dólares para el 2013.
Por lo tanto, la situación actual chilena es de un fuerte aumento en el precio de los bienes No Transables, fundamentado en los puntos anteriores. Recordemos que los bienes No Transables son aquellos que sólo pueden consumirse o utilizarse en la economía que se producen, y aunque aumente la demanda en el extranjero por éstos, no podremos exportarlos o enviarlos al exterior debido a su naturaleza. De esta manera, es posible apreciar en Chile un aumento sostenido en el precio de toda la industria de servicios, educación, terrenos e inmobiliario. Sin duda, esta escalada de precios, ha sido en algunas comunas de Chile más clara y significativa, debido a escasez de terrenos y plano regulador de la comuna. Sin embargo, estamos frente a un alza sostenida de precios y no frente a una burbuja inmobiliaria, la cual aún no representa un peligro para la economía chilena en este momento, no obstante es importante monitorear el movimiento futuro en este sector.
Más aún, no existe un relajamiento en la política de financiamiento actual, la cual ha aumentado desde un 78% a un 85% del valor de la propiedad para créditos hipotecarios, que podría parecer peligroso. Sin embargo, debemos entender que esta situación fue solo una transformación al sistema de créditos hipotecarios, dado que años atrás a la gente se le entregaba el crédito hipotecario más uno de consumo para cubrir su diferencial. Situación que ahora mejoró pues se otorga solo un préstamo con el que los individuos obtienen mejores tasas y más claridad de su deuda.
Finalmente, el sector inmobiliario seguirá viviendo un fuerte dinamismo y alza en los precios, aún no topa techo en su rentabilidad y se producirán fuertes inversiones extranjeras en el país, lo que impulsará aún más los bienes no transables.
